HORKHEIMER
Con raíces en diversos estilos musicales, el cofundador de Klinika Musik se encargó con pasión del A&R de “Live at Robert Johnson”, integrándose en la escena electrónica de Frankfurt.

Ansiando historias profundas en la pista de baile, el poder de Horkheimer radica en llevarte a lugares desde el dancefloor. Con raíces en diversos estilos musicales, el cofundador de Klinika Musik se encargó con pasión del A&R de “Live at Robert Johnson”, integrándose en la escena electrónica de Frankfurt. Su presencia en distintos programas de radio y streamings muestra su profundo entendimiento tanto de lo lento y melódico como de lo rápido y contundente, estructuras sonoras que uno desea experimentar en cualquier situación de la vida. Desde sus residencias regulares en el mítico Robert Johnson, conecta a los bailarines del polvo al espacio en el IFZ de Leipzig, el Tempio del Futuro Perduto en Milán, el Funk Club en Ciudad de México y la fiesta Staub en Berlín, así como en otros lugares alrededor del mundo. Su discografía refleja su producción artística en compilaciones de prestigio como Lifesaver 4 Compilation, la colaboración “And You”, y la compilación 10 Jahre de Ava Records bajo el alias Форм.
Comienzos y visión artística
¿Cómo surgió en ti la idea de contar “historias profundas” a través de la pista de baile?
Tiene mucho que ver con la forma en que me socialicé dentro de la música electrónica. Cuando empecé, los sets en clubes solían ser mucho más largos —al menos tres horas o más— y me fascinaba cómo las historias podían desplegarse en esos periodos extendidos de tiempo. Naturalmente absorbí ese enfoque y desarrollé mi propio estilo a partir de él. Hoy lo considero más importante que nunca, porque se ha convertido en mi sello: crear esas “historias profundas” en lugar de simplemente ir hacia adelante sin pausa.
¿Cuáles fueron las influencias musicales más determinantes en tu camino antes de cofundar Klinika Musik?
Cuando comencé a pinchar, tocaba casi exclusivamente Detroit house y solo en vinilo. Con el tiempo, especialmente a través de nuestras primeras fiestas, mi sonido se fue tornando más orientado al techno, mucho más oscuro y profundo. También debo gran parte de ese cambio a mi amigo Roman, que desde el principio prefería tocar techno. Y por supuesto, todas las grandes figuras con las que inevitablemente te cruzas en el camino también dejan su huella. Pero la escucha siempre ha sido mi mayor influencia: todas esas noches en Robert Johnson, escuchando a artistas en un entorno tan íntimo, dejaron una marca profunda. Así es como empieza a formarse tu propia estética, si lo permites, sin forzar una dirección. Es un proceso de crecimiento y aprendizaje de por vida.
El texto menciona el “poder de Horkheimer” en la pista de baile. ¿Cómo interpretas este concepto y cómo lo traduces en tu práctica artística?
Siempre intento tocar con mucha libertad, sin aferrarme a una selección predeterminada de tracks. También diría que busco crear mi propia tensión, una que se construya de forma constante a lo largo de todo el set, con todos sus altibajos. El objetivo es siempre el mismo: hacer que toda la pista se sienta como una sola, llevando a todos a un estado de trascendencia. Al final, diría que es algo muy emocional: los tracks, la selección, el momento. ¿El instante más poderoso? Cuando miras a la multitud y ves a personas con los ojos cerrados. En el fondo, lo que toco es música muy, muy emocional.
Escena y colaboraciones
Como cofundador de Klinika Musik y A&R en “Live at Robert Johnson”, ¿qué retos y aprendizajes encontraste al equilibrar la curaduría con tu propia trayectoria artística?
En Klinika es bastante directo: la música la elijo yo mismo para el sello —techno oscuro, profundo, hipnótico— pero siempre emocional y abierto a otros géneros. Al final, simplemente tiene que ser deep. En Live at Robert Johnson era distinto. Durante esos cinco años que estuve allí, me sentía con una responsabilidad. Mi objetivo era llevar el sello hacia adelante manteniendo el sonido RJ original, pero a la vez abrirlo para que reflejara lo que realmente sonaba en el club, sin limitarlo a géneros específicos. Por supuesto, no siempre funcionaba perfectamente, pero ese fue mi propósito y lo perseguí de manera constante.
¿Cómo describirías el momento actual de la escena electrónica en Frankfurt y tu papel dentro de ella?
Me cuesta encontrar las palabras, porque no me gusta limitar la escena solo a Frankfurt; siempre la he visto en un contexto globalizado, ya que al fin y al cabo es una escena internacional. Llevo bastante tiempo tocando en distintos lugares y viajando mucho, lo cual ha marcado mi perspectiva y mi enfoque. Pero creo que es justo decir que en Frankfurt los retos son similares a los de muchas otras ciudades: algunos lugares han cerrado o están en proceso de cerrar. El fenómeno global que afecta a la música electrónica también está aquí. Sin embargo, no quiero sonar negativo: lo veo como una oportunidad para un reinicio, incluso una revolución dentro de la escena, un momento para explorar nuevos caminos, experimentar con conceptos y sentar las bases de una nueva era de la cultura de club. Llámalo “la oportunidad en el cambio”. A largo plazo soy positivo: creo que todo saldrá bien en un futuro cercano.
Has aparecido en plataformas como Refuge Worldwide, Radio80000, Rinse.fm y HÖR. ¿Qué significa para ti llevar tu lenguaje musical al formato radio?
Es más sencillo transmitir un mensaje en formato radio porque no tienes que lidiar con un público en vivo que pueda impulsarte o desestabilizarte. Siempre pienso mis sets de radio o streaming como algo que yo mismo disfrutaría escuchar mientras conduzco en la carretera, algo que trabaja en segundo plano. Ese es también el feedback que recibo: mi padre escucha mis sets mientras trabaja, algunos amigos también. ¡Es curioso! Además, una de las razones por las que no publiqué grabaciones de club hasta ahora es porque, sin el contexto del momento, siempre sentía que faltaba algo. Pero pronto saldrá la grabación de la fiesta de Mixmag en Polifonic.

Residencias y circuitos internacionales
Robert Johnson ha sido un espacio clave en tu carrera. ¿Qué hace única tu residencia allí en comparación con clubes como IFZ en Leipzig o Staub en Berlín?
Robert Johnson siempre será uno de los clubes más increíbles para mí. Cuando me mudé a Frankfurt, mi deseo era tocar ahí porque era tan único: el diseño simple pero cuidado, el sistema de sonido perfecto, el aura de élite alrededor del lugar, su estatus legendario. Querías pertenecer y ganarte ese sello. No quiero compararlo con otros clubes como IFZ. No fui residente ahí, pero el club generó amistades muy fuertes que permanecen hasta hoy. Lo mismo con Staub, que aún considero una de las mejores fiestas de Berlín. Sin line-ups anunciados, los asistentes van solo por la música y confían en el booking. Me sigue pareciendo un concepto sobresaliente. Y de nuevo, ahí también surgieron amistades que duran. Pero el Johnson es un pilar de mi carrera y difícil de comparar con cualquier otro.
¿Cómo adaptas tu sonido al tocar en contextos tan diversos como Ciudad de México, Milán o Berlín?
Siempre intento mantenerme fiel a mi estética fundamental, pero claro que adapto un poco: ya sea el tempo o la estructura del set. El público cambia de ciudad en ciudad y a veces tienes que encontrarte con ellos a mitad de camino. Pero en el fondo siempre permanece lo deep. Y casi siempre funciona.
¿Qué experiencia internacional ha impactado más en tu manera de conectar con el público?
Definitivamente México. Siempre he sentido que, conozcan o no al artista, la gente está abierta y dispuesta a conectar con lo que sucede. Hay una verdadera conexión y todos participan y bailan activamente.
Estilo y proceso creativo
Tu rango va de lo lento y melódico a lo rápido y contundente. ¿Cómo defines el hilo conductor de un set?
¡El viaje lo es todo! Siempre tengo en mente algunos tracks hacia los que quiero llegar. El objetivo es crear un momento emocional, esa sensación máxima. Los caminos para llegar ahí son muy diversos: dependen del público, mi estado de ánimo, el entorno, y claro, la selección de tracks. Puede incluir cualquier género, según la emoción del momento.
¿Qué papel juegan la emoción y la narrativa en tu música?
El papel central. O mejor dicho: lo son todo. A través de esto encontré una forma de expresión para mí, de sacar mi interior hacia afuera. Es extraño, pero se relaciona mucho con mi personalidad: nunca me ha resultado fácil expresarme en situaciones sociales normales. Durante mucho tiempo no lo entendía del todo, pero tras ser diagnosticado con síndrome de Asperger, todo tuvo sentido. La música que toco la siento, y hoy diría que me representa hacia afuera, mostrando mi estado emocional actual. Suena un poco patético, pero es así.
¿Podrías guiarnos por tu proceso creativo, tanto al preparar un set como al producir en el estudio?
La preparación de un set es simple: siempre tengo un track favorito —o varios— que quiero tocar, normalmente algo ultra-emocional, y ese es mi destino. A veces también tengo claro con qué quiero empezar, aunque depende de la hora y del DJ que toque antes. En producción, casi siempre empiezo con los sonidos de percusión: el kick, capas de kick y hi-hats. Luego paso a los pads y elementos atmosféricos. Lo demás surge de forma espontánea, rara vez con un plan fijo, y siempre trabajando solo con archivos de audio.
Discografía y futuro
Has participado en compilaciones como Lifesaver 4 y 10 Jahre de Ava Records. ¿Qué representan estos hitos en tu discografía?
Fueron mis primeros hitos, aunque llegaron en una etapa personal bastante incierta, que ahora ya quedó atrás. Pero sí, son y seguirán siendo puntos importantes en mi carrera.
En colaboraciones como “And You”, ¿qué nuevas perspectivas o aprendizajes adquiriste?
“And You” fue un proyecto único. Se creó entre amigos y, en el contexto de la pandemia, fue algo increíble. El proyecto fue en sí una colaboración dentro de otra colaboración: trabajamos juntos como sellos con Riotvan, los artistas colaboraron entre sí, los diseñadores gráficos, e incluso los distribuidores que tuvieron que trabajar juntos. Hoy muchos lo verían como algo “loco”. ¡Y al final todo funcionó!
¿Qué horizontes artísticos o proyectos futuros estás explorando actualmente?
Pronto saldrá el primer vinilo de un proyecto colaborativo —HCL junto con Demenz y Zeitstill. Será algo muy interesante, bastante funcional y sencillamente hermoso. Parte de eso ya ha aparecido en algunos de mis mixes :P. Al mismo tiempo, estoy trabajando en los primeros lanzamientos de Horkheimer, dejando atrás los alter egos. Ahora todo está en fase de mezcla y masterización, aunque pienso encargarlo a alguien que pueda darle un extra de calidad. Lo veo un poco como en las producciones pop, donde aparecen varios nombres en un track. Siempre hay gente que puede aportar cosas que tú no, y se trata de sumar esos detalles que hacen crecer la música, además de traer nuevas ideas. Y finalmente, estoy preparando nuevo merch: drops de moda en edición limitada. Todo llegará en las próximas semanas, y las redes tendrán la primera mirada.
