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GODBOLO, el DJ y productor que conecta la música chiapaneca con lo electrónico

Raíces ancestrales y beats modernos: la visión de llevar la cultura al escenario global

  • Dennise
  • 8 December 2024
GODBOLO, el DJ y productor que conecta la música chiapaneca con lo electrónico

GODBOLO, DJ y productor originario de Chiapas, ha creado un estilo único al fusionar las sonoridades tradicionales de su región, como el tambor y el carrizo, con géneros modernos como el techno y el afro house. Inspirado por la riqueza cultural y las tradiciones indígenas de su tierra, su música busca mantener viva esta herencia mientras la conecta con nuevas audiencias locales e internacionales. En esta entrevista, nos comparte su proceso creativo, los retos de promover la escena electrónica en Chiapas y su visión para el futuro de la música que une lo ancestral con lo contemporáneo.

Sobre GODBOLO como DJ y productor:

¿Cómo surgió la idea de fusionar elementos sonoros de la región chiapaneca con música electrónica?

Desde pequeño, la música y los instrumentos musicales han sido mi pasión. Mi primer acercamiento fue con la marimba, ya que un profesor venía a casa a darnos clases a mi familia y a mí. Recuerdo que tenía una marimba pequeña, y fue ahí donde comenzó mi fascinación por las sonoridades de la región. Con el tiempo, experimenté con diferentes instrumentos como la guitarra, la batería y las percusiones, hasta que finalmente encontré mi camino en la música electrónica.

Siempre he creído que Chiapas es un estado inmensamente rico, no solo en recursos naturales, sino también en su cultura, y una parte esencial de esta riqueza está en su diversidad sonora. La música tradicional de Los Altos de Chiapas, interpretada con arpa, violín y guitarra, generalmente en lengua tzotzil, como el icónico *Bolon Chon*, o la música de la Fiesta Grande de los Parachicos en Chiapa de Corzo, tocada con tambor y carrizo, son solo algunos ejemplos de esta herencia musical.

Por ello, mi intención es aprovechar esta riqueza sonora, fusionándola con sonidos modernos para mantenerla viva, vigente y darla a conocer al resto del país.


¿Qué papel juegan las lenguas y tradiciones indígenas, como el Tzotzil, en tu proceso creativo?

Es fundamental, ya que es lo que aporta identidad al proyecto. La sonoridad del tzotzil tiene una profundidad única que, incluso sin comprender su significado, despierta múltiples sensaciones. Al fusionarse con la música electrónica, crea una experiencia que te lleva a otra dimensión.

En tu EP basado en la fiesta de los parachicos, ¿cómo lograste integrar instrumentos tradicionales como el tambor y el carrizo en un género tan moderno como el techno?

Fue un proceso interesante. La primera vez que asistí a la Fiesta Grande, apenas comenzaba mi camino como DJ y productor. Me impactó la explosión de colores y sonidos que llenaban el ambiente; la combinación de estos elementos tenía un toque casi psicodélico, y la velocidad de la música que acompañaba los bailes me llevó a imaginar, en primera instancia, una fusión entre Psy-Trance y la música de carrizo.

Lo intenté, pero pronto me di cuenta que ese género no era lo mío, y el resultado no fue lo que esperaba. Más adelante, decidí bajar los BPM, trabajar con armonías oscuras y eliminar tonalidades definidas, y ahí encontré algo que realmente me emocionó. El sonido agudo y penetrante del carrizo, combinado con un beat estructurado y armonías oscuras creando una experiencia sonora realmente fascinante.


¿Qué significa para ti representar la cultura chiapaneca a través de la música electrónica?

Siempre he llevado con mucho orgullo mis raíces mexicanas y chiapanecas. La riqueza histórica y cultural de estas tierras nunca deja de asombrarme. Para mí, es tanto un privilegio como un reto fusionar los elementos culturales de la región con la música electrónica, buscando preservar y celebrar esta vasta diversidad cultural.


¿Cómo percibe el público local e internacional esta propuesta que combina lo tradicional con lo contemporáneo?

Ambos públicos lo reciben de forma muy positiva. Para el público local, resulta algo novedoso, ya que conecta con la música que forma parte de sus recuerdos de infancia, ya sea en la escuela, a través de sus abuelos, entre otros, fusionada con el género musical más destacado de la actualidad: la música electrónica.

Por otro lado, el público extranjero, atraído por los sonidos orgánicos y naturales, descubre en la mezcla del carrizo y el tambor con el techno una experiencia sonora única.

Sesiones híbridas y presentaciones en vivo:

¿Cómo defines una sesión híbrida de afro house y afro techno? ¿Qué la diferencia de un set de DJ convencional?

Para hacer mi DJ set más dinámico desde el punto de vista auditivo, decidí combinar dos elementos clave. Por un lado, utilizo faders para mantener sonidos ambientales de la selva, como animales, lluvia o ríos. Por otro lado, complemento la experiencia incorporando sonidos percusivos, como tambores y sticks, junto con efectos específicos de animales a través de pads, que enriquecen cada track.

El resultado es un DJ set temático que te envuelve completamente en una experiencia sonora a lo largo de la sesión.


¿Qué tipo de experiencia buscas generar para tu audiencia cuando presentas estos sets híbridos?

El objetivo es que durante la sesión el público se sienta transportado a otro lugar, sumergido en la selva chiapaneca lacandona. La idea es que su atención auditiva no solo se enfoque en los tracks, sino también en la ambientación que los rodea. En esencia, se trata de brindar la experiencia de bailar en plena selva sin necesidad de estar físicamente allí.


¿Qué impacto esperas que tengan tus sesiones en la apreciación de la música electrónica fusionada con tradiciones culturales?

Mi intención es inspirar a los oyentes a profundizar en la cultura ancestral chiapaneca y mexicana. Me gustaría que, al terminar de escuchar la sesión, sientan curiosidad por explorar y descubrir la riqueza cultural de esta tierra.

“El Callejón de los Bolos”

¿Cómo nació la idea de convertir tu casa en un espacio para promover la escena electrónica chiapaneca?

La verdad, nunca fue algo planeado. Mi casa siempre fue el lugar de reunión para charlar con amigos y pasar un buen rato. Hace dos años decidí comprar unos players para colocarlos en la sala, de manera que cualquiera que quisiera pudiera usarlos. Con el tiempo, comenzaron a llegar más DJs a tocar, y algunas sesiones eran tan buenas que no podían quedar en el olvido, así que decidí empezar a grabarlas. Pronto se corrió la voz y comencé a recibir solicitudes tanto para asistir, como para tocar.


¿Qué retos has enfrentado al organizar estas fiestas y al grabar a los DJs invitados?

El mayor desafío es que se trata de mi casa, lo que limita la cantidad de personas que puedo recibir y exige cuidar el nivel de ruido para no incomodar a los vecinos. El Callejón de los Bolos está en un punto donde se debe decidir si permanecer fiel a su concepto original, como una reunión íntima, o evolucionar hacia algo más grande, como un evento o una fiesta abierta al público.

¿Cómo seleccionas a los DJs invitados, tanto locales como nacionales?

No hay un método de selección específico. Todo surge de manera espontánea: cuando algún amigo me comenta que hay un DJ en la ciudad y le gustaría invitarlo, cuando un DJ interesado en tocar se ajusta al estilo de los callejones y nos contacta, o cuando conocemos a algún DJ en un evento que creemos tiene buena calidad. En cuanto a los DJs invitados, el callejón siempre ha estado abierto.


¿Qué planes tienes para el futuro de estas fiestas? ¿Te gustaría expandir el proyecto o mantenerlo íntimo y local?

Es una muy buena pregunta. Aún no está definido, pero en 2025 tendremos novedades al respecto. Lo fundamental es que el proyecto sí seguirá adelante.

Perspectivas generales y futuro:

¿Cómo ves la evolución de la música electrónica en Chiapas y México en general?

La escena ha evolucionado de manera rápida y significativa. Está claro que la música electrónica es el fenómeno de nuestra época; lo que fue el rock and roll en los años 50 y la música disco en los 70, hoy es el house y el techno.

A nivel regional, los eventos son cada vez más frecuentes y de mayor calidad, e incluso han surgido pequeños festivales. Creo que es solo cuestión de tiempo para que un festival grande llegue a Chiapas.


¿Qué rol te gustaría jugar en el desarrollo de la escena electrónica en tu región?

Mi aspiración es participar algún día en la organización de eventos o festivales que incluyan géneros más variados, como downtempo o drum and bass, promoviendo una escena más diversa. No obstante, para alcanzar ese objetivo, la escena todavía debe desarrollarse significativamente, aunque considero que está avanzando en la dirección adecuada.


¿Qué consejo darías a otros artistas que buscan combinar tradiciones locales con géneros modernos?

No se desmotiven si al principio los resultados no son tan exitosos; considero que este es un terreno poco explorado pero lleno de posibilidades. Es un ámbito que requiere mucho esfuerzo y dedicación. A lo largo de la historia, la música siempre ha estado estrechamente vinculada con la cultura, y esta época no es la excepción.

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