Eterna Festival: donde la memoria baila
Femme la nuit nos trae a Rodriguez jr. y Mehill este 1ro de Noviembre
 
								
	                        
	                                
  En un mundo donde las tradiciones se reinventan, Eterna Festival aparece para recordarnos que la celebración de la vida es también una forma de honrar a quienes ya no están. Este nuevo proyecto, que fue desarrollado por Femme La Nuit, ofrece una forma diferente de experimentar el Día de Muertos: a través de música electrónica, arte y luces.
 
              Eterna no quiere transformar la tradición en un espectáculo, sino crear una conexión entre lo contemporáneo y lo ancestral. En su cosmos, las ofrendas sonoras se originan de los ritmos, el cempasúchil se funde con imágenes digitales y los altares se convierten en instalaciones artísticas. La pista de baile se convierte en un altar vivo, donde cada individuo contribuye con su presencia, su energía y sus memorias.
 
              Para Femme La Nuit, conocida por generar espacios de encuentro entre la música y la comunidad, este festival es una progresión natural: una convocatoria a festejar el ciclo vida-muerte-vida mediante un acontecimiento sensorial que combina estética, ritmo y ritual.
 
              Aquí no se considera la memoria: se danza. Los asistentes se transforman en parte de una celebración colectiva, un ritual que honra las raíces del Día de Muertos y al mismo tiempo es vibrante con la cultura de hoy.
Con una curaduría que combina talento local y nacional, esta primera edición contará con la participación del frances Rodriguez JR. que se ha destacado por su acto en vivo que incluye secuencias y ejecución de instrumentos como el piano, donde da rienda suelta a su pasión por la música y talento nacional como Mehill el primer mexicano firmado en Innervisions e Imanol Igoa y bllstrs, quienes encabezan el line-up con sus propuestas sonoras que recorren desde el house más profundo hasta texturas electrónicas experimentales.
Eterna Festival es algo más que un simple acontecimiento. Es una afirmación: que la música también puede ser memoria, que la comunidad puede ser ofrenda y que, aun cuando es de noche, la vida continúa iluminándose.


