El acto de desaparecer: cómo David Löhlein volvió viral el silencio

David Löhlein siempre ha prosperado en la tensión. Normalmente la crea con un beat, pero esta vez eligió el silencio. Un día, sus redes sociales amanecieron vacías, y desde entonces la escena no ha dejado de hablar. Grupos de WhatsApp, fan pages e incluso supuestas “ediciones especiales” de zines underground se apresuraron a llenar el vacío con rumores. Algunos dicen que fue detenido, otros insisten en que es una performance, y unos cuantos lo llaman la jugada de PR más inteligente que la música electrónica ha visto en años.
Lo curioso es que nadie sabe realmente nada, y justamente por eso funciona. Vuelan capturas de pantalla, se acumulan teorías y cada conversación termina de algún modo volviendo a David. Él no ha dicho una palabra, pero ahora suena más fuerte que muchos artistas con un calendario de campañas completo. La ausencia se volvió presencia, y el misterio está haciendo el trabajo pesado.
En una cultura adicta a la sobreexposición, los fans se dedican a inventar sus propias explicaciones y, en el proceso, están escribiendo un mito colectivo. Es parte chisme, parte folclore y completamente irresistible, si me preguntan.

Luego llegó el golpe inesperado. Un video comenzó a circular en Barcelona y llegó directamente a Mixmag, solo para profundizar el misterio. Sin contexto, sin explicación, apenas una pieza de narrativa visual que parece salida de una película noir. No aclara nada; solo mantiene el fuego encendido.
Y quizá ahí esté la genialidad. Ya sea una maniobra, un experimento o un poco de ambos, David le ha recordado a todos que el hype en sí mismo puede ser una forma de arte.
Desde donde lo veo, David Löhlein acaba de escribir uno de los capítulos más fascinantes de la música dance este año sin siquiera presionar play. Y sí, estamos aquí para eso.