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MUSICA

Binary Algorithms

Y la construcción de Reminiscencias

  • Paula Appel
  • 26 November 2025
Binary Algorithms
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Binary Algorithms, productor musical y figura clave en la escena electrónica colombiana. Originario de Bogotá y radicado en Tunja, una ciudad pequeña alejada de los grandes centros urbanos, ha logrado convertir su entorno periférico en un punto crucial para la exploración sonora. Fundador y A&R del sello Furatena, Andrés desafía la centralidad del circuito global con su innovador enfoque. Su trabajo, especialmente en el nuevo álbum Reminiscencias, refleja tanto su evolución personal como las complejidades de su contexto cultural, combinando emociones profundas con una rica experimentación musical.

¿Qué música te gustaba escuchar cuando eras niño y cómo ha evolucionado a la música que creas hoy en día?

Crecí escuchando lo que mis padres ponían en casa y lo que sonaba en la radio del carro: salsa de Héctor Lavoe, Willy Colón, Ruben Blades, etc… Manu Chao, rock en español clásico, merengue... No tuve una influencia directa de por mi familia en cuanto a esto.

En la adolescencia tuve un boom de mini obsesiones, Nu-Metal, Michael Jackson, Reggaeton, pero el detonante fue el rap anglo de la vieja escuela, usaba Fruity Loops para hacer intentos de bases, aunque la verdad no se me daba muy bien. Pero, al buscar tutoriales de Plug-Ins o VSTs en YouTube o información en foros, me salían también consejos y tutoriales relacionados a otros géneros. Descubrí disco, house, y techno, más tarde y gracias al mix del Berghain 08 de Fiedel, también di con el electro, que realmente fue la primera vez que tuve un sur algo más claro.

Mis primeros lanzamientos estaban muy ligados al electro. Escuchaba artistas del roaster Ostgut-Ton y la discografía de UR, luego descubrí el dub-techno, pero no sabía definirlo muy bien al principio. No fue sino hasta que leí “Dub Techno: The Ophic Experience Of Sound” de Bahadirhan Koçer y me obsesioné con los proyectos de Moritz Von Oswald y Mark Ernestus: Basic Channel, Maurizio y sellos relacionados (Chain Reaction, M-Series, etc…), que realmente lo entendí. Todo este “viaje” fue reconectar con una parte de mí que boceteaba mucho en mis inicios, pero que ahora exploro en un contexto diferente.

¿Qué te motivó a crear el álbum Reminiscencias y qué significado tiene para ti?

Este álbum tiene muchas experiencias, vivencias y sentimientos. El otro día tuvimos una sesión de escucha junto a mis amigos de Discótica, que fue como verlo nacer, porque habíamos sacado un par de singles, pero nadie lo había escuchado completo, salvo algunos amigos muy cercanos. En ese espacio me hicieron preguntas similares a esta, y traté de explicar que todo comenzó con 3 referentes: el “Grial” de Verraco, “acts of rebellion” de Ela Minus y “Compro” de Skee Mask, que para mí son algunos de los mejores discos de electrónica que he escuchado.

En ese momento, yo quería hacer algo similar a esos trabajos largos, aunque no tenía muy claro el concepto ni la dirección sónica del álbum. Mi vida estaba relativamente bien entonces, y esos discos me inspiraban esperanza y ganas de vivir. Quería que el álbum transmitiera esas mismas sensaciones emotivas y esperanzadoras.

Pero luego, durante 2023 y 2024 mi vida empezó a complicarse. Creo que el álbum refleja ese tránsito, tiene algunos tracks con vibras esperanzadoras, pero también otros más nostálgicos y emocionales. Un amigo definió el Reminiscencias como “abrazar a tu ser querido justo antes de que una catástrofe los devore”. Creo que esa es una imagen muy acertada para describir la música y las emociones que plasmé.

¿Cómo tu contexto personal y cultural influyó en las temáticas que abordaste en el álbum, especialmente sobre problemáticas latinoamericanas o del sur global?

Es fundamental. Tunja es una ciudad periférica con alrededor de 200,000 habitantes, con una escena electrónica menor y pocas oportunidades para los artistas. Creo que en un entorno así es sencillo que surjan sentimientos de estancamiento y poca retribución profesional. La industria es muy distinta para quienes habitamos ciudades pequeñas en comparación con grandes capitales como Bogotá, donde hay más dinero, público y reconocimiento. Esto influye mucho en la narrativa del álbum, que también toca un poco el resistir desde estas latitudes.

Este álbum tiene una variedad de géneros y subgéneros de electrónica. ¿Cómo fue el proceso de combinar estos sonidos diferentes en un solo trabajo?

Fue un proceso muy largo. Cuando empecé a producir música bajo este alías empecé haciendo electro, que es el género que definió mis primeros años, con un sonido muy futurista y más influenciado por Drexciya y Kraftwerk. Poco a poco me reconcilié con el techno, y cuando logré dar con el dub-techno y entenderlo fue básicamente juntar mi fascinación con el techno y el ambient, el futurismo y los ritmos rotos del electro y ese sentimiento de “nostalgia y futuros perdidos” de la hauntología de Mark Fisher. Inspirándome en artistas como Brainwaltzera, Aphex Twin, Rian Treanor y en general la etapa más temprana de Warp, también me adentré un poco en el IDM. Fue un proceso de mucha experimentación, con muchos tracks descartados y algún “happy accident”, que culminó en una colisión de todas estas influencias que, quiero creer, refleja mi evolución sonora.

¿Qué canción o canciones crees que mejor representan el álbum o transmiten su esencia?

Elegir un solo track es difícil porque el álbum es muy emocional y plural en sus sentimientos, pero “Something To Fight For” me encanta porque recoge bien las influencias de dub-techno y ambient, pero con modulaciones y timbres que evocan un poco al sonido tan característico de Barker en Debiasing y Utility.

¿Cuáles fueron los desafíos más grandes que enfrentaste durante la producción del álbum?

Los mayores retos fueron técnicos y creativos. Explorar el IDM y lograr texturas glitch que no se me daban antes fue muy complejo. También tuve que invertir en nuevos equipos para obtener ciertos sonidos. Fueron largas jornadas de prueba y error, muchas veces agotadoras física y mentalmente porque podía estar 10 o 12 horas continúas trabajando el mismo proyecto. Dominar la teoría musical para hacer acordes que evitaran un sentimiento meramente triste también fue un obstáculo algo complicado de superar.

¿Qué técnicas nuevas o recursos diferentes decidiste incluir en este disco comparado con trabajos pasados?

Por primera vez integré mucho ruido procesado, grabaciones de ambiente urbano y natural (Field Recordings), también usé largas cadenas de efectos para destruir, y a la vez construir sonidos y texturas un poco más complejas. Siento que esto le dio un cierto carácter distinto al álbum, en comparación a mis trabajos previos.

¿Qué esperas que sientan o experimenten las personas que escuchen el álbum?

Me gustaría que quienes escuchen puedan conectar con las emociones que intenté trazar: con la tensión entre la resiliencia y el colapso, o la nostalgia y algún futuro que nunca se materializó. Si lloran y se conmueven, lo tomaría como el objetivo cumplido.

¿Todo el proceso creativo y producción fue solitario o colaboraste con otros artistas?

La composición, sound design, arrangement y mezcla la hice yo solo. Soy muy radical para depurar ideas, si no me gustan o siento que la intención por la que hago algo no es genuina, borro sin temor. Pero claramente sí colaboré con artistas al momento de trabajar toda la producción del LP: fotos de press con Daniel Florian, artwork de Daniel Senior Durán y mastering de Seph, sin ellos y toda la gente que estuvo detrás e hizo parte de la producción del disco, este trabajo no sería posible.

¿Qué papel juega el arte visual en tu álbum y cómo fue trabajar con los diseñadores?

Para mí el arte es casi tan importante como la música. Di total libertad creativa a Daniel Senior, quien hizo un trabajo que refleja exactamente el sentimiento que quería transmitir con ese enfoque minimalista pero muy sobrio y elegante, que a la vez te evoca nostalgia y melancolía.

¿Cómo te imaginas tu carrera y tu música a futuro? ¿Tienes planes o metas específicas que surjan a partir de esta etapa que estás viviendo?

Estoy intentando no ser una persona que se ate a metas estrictas. Después de dos años intensos de trabajo con jornadas tan largas y procesos emocionalmente exigentes, estoy ahora en un periodo de recuperación física y emocional. Este tiempo me ha servido para reconectar conmigo mismo, con mis pasiones afuera de la música, y con las razones por las que hago todo esto. Mi motivación ahora es abrir espacios para la inspiración, sin forzarme ni apresurar los procesos. Cuando ese impulso vuelva, sé que surgirán nuevas ideas, y seguiré explorando y experimentando, pero siempre dejando que el flujo natural de la creatividad decida el ritmo y la dirección de mi arte. Por ahora, tampoco tengo tan claro qué es lo que sigue, aunque me gustaría retomar mi faceta más DJ, viajar y comprar algunas máquinas que tengo en mente para mi estudio.

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